Tratamiento de la tendinitis del bíceps
Un tratamiento de la tendinitis del bíceps no invasivo, naturalmente regenerativo y sin cirugía.
Un tratamiento de la tendinitis del bíceps no invasivo, naturalmente regenerativo y sin cirugía.
Tenemos 60 años de experiencia combinada y más de 30.000 procedimientos realizados
Los dos tendones que permiten que el músculo bíceps se fije al brazo pueden sobrecargarse por una actividad física intensa o deteriorarse de forma natural por el envejecimiento, lo que puede provocar una tendinitis del bíceps.
Como la mayoría de los demás tendones y ligamentos, los tendones del bíceps pueden inflamarse y causar dolor en toda la parte superior del brazo.
Incluso un estiramiento violento o muy brusco del codo o del hombro puede desgarrar los tendones del bíceps, provocando hematomas notables, molestias y dificultad para rotar el brazo.
Aunque el bíceps es únicamente la región externa de la parte superior del brazo, sus tendones se extienden desde el hombro hasta el codo: esta es la razón por la que la sensibilidad o el dolor en el codo pueden ser sintomáticos de codo de tenista o de tendinitis del bíceps.
Ese mismo dolor puede sentirse con solo intentar mover el brazo desde el hombro.
Suponiendo que tus entrenamientos sean actividades extenuantes que no harías en otro contexto, sentir dolor en general es muy común, pero que la hinchazón, la sensibilidad y el dolor aumenten con el tiempo no suele ser indicativo de un buen entrenamiento, sino de tendinitis.
No es raro que la tendinitis del bíceps llegue a ser tan grave que requiera una intervención quirúrgica correctora.
El hielo y el calor varias veces al día durante semanas, seguidos de semanas o incluso meses de fisioterapia también se encuentran entre los tratamientos más prescritos.
Sin embargo, si tienes un caso grave de tendinitis, la prescripción puede ir desde un simple paracetamol hasta antiinflamatorios no esteroideos (o AINE).
Hay varias inyecciones no quirúrgicas entre las que elegir para tratar la tendinitis del bíceps, pero ninguna tan controvertida como los corticoesteroides: medicamentos antiinflamatorios con hormonas esteroideas que reducen la hinchazón y la artritis, pero que, con el tiempo, tienden a debilitar los tendones y dañar el cartílago de la zona o zonas afectadas.
La mayoría de los tratamientos de esta afección son sencillos, pero no siempre permanentes, y no todas las soluciones “permanentes” prescinden de cirugías invasivas.
Sin embargo, un tratamiento con PRP o células madre será la solución definitiva.
Debido a su capacidad natural de transformarse en cualquier otro tipo de célula, las células madre pueden tomarse no solo de tu propio cuerpo, sino del de otra persona (probablemente de un cordón umbilical), y trasplantarse a tu zona problemática.
Las células se adaptarán y adoptarán una “forma” diferente, como si hubieran estado allí desde el principio.
Las células madre pueden concentrarse y activarse.
Aunque muchos tipos de células madre son un buen punto de partida para su uso práctico, es la concentración y activación de estas lo que realmente las ha convertido en una terapia eficaz.
Los profesionales certificados son capaces de ajustar estas células para tratar exactamente el problema al que te enfrentes.
¿Cómo funciona?
Las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) utilizan el propio sistema curativo de cada paciente para mejorar los problemas musculoesqueléticos. La terapia con PRP utiliza inyecciones con una concentración de plaquetas del propio paciente para acelerar la curación de tendones, ligamentos, músculos y articulaciones lesionados.
De este modo, las inyecciones de PRP utilizan el propio sistema curativo de cada paciente para mejorar los problemas musculoesqueléticos.
Estas inyecciones se aplican de manera ambulatoria, y el procedimiento completo, de principio a fin, dura unos 30 minutos.
¿Cómo funciona?
Mediante la prueba de Yergason, tu médico puede pedirte que extiendas el brazo y flexiones el codo hasta un ángulo de 90 grados.
Que esto resulte doloroso o imposible para el paciente suele ser un signo de tendinitis o afecciones relacionadas.
La prueba de Speed es muy similar y más indicativa de tendinitis del bíceps específicamente, ya que te pedirán que mantengas el brazo extendido mientras doblas el codo 30 grados.
El dolor en la zona del codo hasta el hombro al realizar esto señalará con mayor precisión la zona de tu tendinitis.
Mediante un procedimiento con células madre o PRP de Cellaxys, tu tiempo de recuperación se reducirá considerablemente en comparación con las cirugías, tu amplitud de movimiento se restablecerá por completo y es probable que empieces a caminar cómodamente nada más terminar el procedimiento.
Para prepararte para el tratamiento, lo mejor es mantener tus células llenas de nutrientes ricos mediante una dieta bien equilibrada y una hidratación adecuada.
En el procedimiento, tus células madre revitalizadoras serán recogidas de tu tejido adiposo y trasplantadas estratégicamente utilizando una tecnología de visión avanzada para encontrar el lugar exacto donde se necesitan.
La recuperación de la intervención regenerativa será rápida e indolora si sigues descansando, bebiendo mucho líquido e incorporándote poco a poco a tu estilo de vida durante las cuatro semanas siguientes.
Muchos pacientes han reportado un alivio del dolor en la primera semana, pero lo ideal es que guardes dos semanas de reposo y actividades no extenuantes, seguidas de dos semanas de fisioterapia para que todo vuelva a la normalidad.
“Estoy libre de dolor.
He podido volver a hacer actividades que por un tiempo no podía hacer y nunca soñé que podría volver a alcanzar ese nivel.” – Julie Ingleston
“Me pusieron las inyecciones hace unos 3 años y ninguna de las mejorías se ha revertido, sigo sin sentir dolor”. – Bob Kendzior
“Poder correr 65 km en mi cumpleaños número 40 después de destrozarme la rodilla es una gran bendición para mí”. – Brian Yeso
“El Dr. Otten prolongó mi carrera unos 4 o 5 años”. – Evan Dunham